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sábado, 14 de octubre de 2017

Seduccación: La escuela sin muros

José Martí: "Quien se alimenta de ideas jóvenes, vive siempre joven."

Escrito por: Alejandro Rutto Martínez

Los niños saltan, gritan, trepan a los árboles, dejan los chicles tirados en el suelo, desarman en 10 minutos los juguetes cuya fabricación tardó varias semanas y, como si fuera poco, se niegan a tomar los jarabes que sus padres tratan de darle por su propio bien. Como si lo anterior fuera poco, en la tarde prefieren irse a jugar fútbol, en lugar de hacer las tareas como debería ser. 

La mayoría de ellos están terriblemente enfermos de algo que se llama niñez, cierta condición caracterizada por una sobredosis de energía que no puede gastarse tan fácilmente en un aula de clases en donde hay que permanecer sentado por horas bien sea con el rostro inclinado sobre las desafiantes hojas en blanco de un odiado cuaderno de matemáticas o en un tablero plagado de números, letras y símbolos.

Por supuesto, esa sobreabundancia de adrenalina tampoco puede ser bien encausada en la mesa de tareas del hogar por más que sobre ésta reposen unas galletitas recién salida del horno y un vaso avena bien fría.

Se necesita algo más que la dulce palabra de una desesperada madre que le pide concentrarse en la tarea y mucho más que la insistencia de la maestra (“la intensa esa”)  para convencerlo de que se quede quieto al menos por un rato, mientras el sistema logra depositar en su cerebro casi virgen el necesario flujo del conocimiento.

El papá, la mamá, la directora, el sacerdote  y el tío bueno que a veces viene de visita a la casa le repetirán al niño una y otra vez que estudie, porque la educación es el mejor regalo que sus padres le puedan dar. Que haga las tareas, porque es por su propio bien. El niño cerrará los ojos o mirará para otro lado y recordará que la frase “por tu propio bien” será el fatal anuncio de un episodio doloroso próximo a ocurrir, como la aparición de la enfermera con una bandeja de agujas hipodérmicas o una cirugía de rodillas o la extracción de las cordales.

En la niñez, la escuela representa la pesadilla de todo lo que un niño travieso (o sea normal) odia: límites, encierro, paredes, rejas, candados, horarios, prohibiciones, castigos,  gritos del tipo  “quédate quieto” y “eso no se puede”.   En resumen, una escuela de tipo carcelario.

Pero ¿tiene que ser siempre así?

Por supuesto que no. La escuela también puede ser de puertas abiertas, de maestros “desordenados” igual que sus estudiantes y ¿por qué no? De rejas sin abrir, de avioncitos y de columpios, de casitas encima de los árboles y de clases al estilo  “aprendamos inglés jugando fútbol”, como lo hace un profesor rebolero en el colegio más grande de Riohacha.
¿Por qué insistir en una escuela aburrida si podemos cambiarla por el escenario feliz de una escuela seductora?   ¿Por qué no jugamos a inventar nuevas palabras como, por ejemplo,           “Gol-inglish”, “geowaré”  o  “facemáticas”, para acercarnos un poco más a la cotidianidad y a las expectativas de los estudiantes?

Juguemos en la mañana y en la tarde.  Juguemos a tener una escuela enamoradora, alejada lo más que se pueda de los tristes recuerdos de la represiva inquisición.
En otras palabras abandonemos la escuela carcelaria y remplacémosla por una escuela libertaria y sin muros.

Cambiemos el dolor de cabeza de la educación opresiva por los aires frescos de la educación seductora. Se me ocurre que podríamos llamarla Seduccación.

sábado, 7 de marzo de 2009

Crónica en verso

Por: Nuria Barbosa León, periodista de Radio Progreso y Radio Habana Cuba

Desde tu nacimiento el 28 de enero de 1853 aprendimos a quererte como elhombre sincero, forjado al lado de la palma, donde hay un río, con elcanto del sinsonte y con el clarín del monte.

Leímos tus escritos y de ellos aprendimos que ser cultos es la únicaforma de ser libres. Recitamos tus poemas y conocimos a un maestro quesólo alcanzó a vivir 43 años, suficientes para mostrar el camino delconocimiento en los saberes de la filosofía, el arte, la literatura, yla política.

Fue tu vida un llamado de proezas para alcanzar la independencia de Cubay la libertad plena del hombre, sin embargo, tu sueño fue retomado porgeneraciones futuras que han convertido utopías en realidad. Hoy losenemigos de Cuba te invocan absolutizando tus frases y sacándolas delcontexto histórico.

Vislumbraste en la unidad del pueblo y del continente, la única razabuena capaz de arrollar al monstruo imperial de siete leguas en suspies, y evitar, -así- que cayera con esa fuerza más sobre nuestrastierras de América.

Tu rostro fue esculpido en millares de bustos donde depositamos la rosablanca y rendimos tributo. No te veneramos, porque siempre has sido elhombre de ideas que nos conversó al oído los consejos sabios en eldifícil camino de la vida.

Si Patria es Humanidad, aquí en Cuba hacemos una ofrenda al culto honorpor la dignidad plena del hombre y te decimos: que el amor, madre, a laPatria, no es al amor ridículo al suelo que pisan nuestras plantas sinoel sentimiento del hijo que vive por ella, calla y muere.

Igualaste al verso con el monte y con el abanico de plumas; lodescribiste como el puñal y surtidor de agua de coral; lo nombraste:verde claro y siervo herido en el monte amparo; y le diste el vigor delacero con que se funde la espada.

Eres el leopardo que tiene en el monte seco y pardo un amigo, eres elsol bueno y el mar de espuma, vienes de todas partes y hacia todaspartes vas, sabes del pesar profundo de la esclavitud de los hombres yantes del tomar del joyero, la mejor, te quedas con el amigo sincero ycon el amor.

No viajas en el carro de hojas verdes y tampoco morirás como un traidor.No estarás en lo oscuro y, --como bueno--, te admiraremos de cara al sol.

martes, 12 de febrero de 2008

José Martí, apóstol de Cuba, maestro de las américas

Por: Alejandro Rutto Martínez

El 28 de enero de 1.853, en el hogar del sargento valenciano Mariano Martí y de doña Leonor Pérez nació un niño cuyo destino era cambiar la historia de Cuba, su país, mientras lograba que su huella y su letra quedaran impresas en las mejores páginas dedicadas a incentivar el espíritu libertario de los pueblos y a estimular a quienes tienen el compromiso noble y delicado de formar hombres y mujeres de bien.

Martí es el héroe, apóstol y símbolo de la querida Isla.

Pero es un maestro cuya voz se escucha aún en los confines de las Américas y en donde quiera que alguien desee mirar con valentía la posibilidad de labrar un destino libre de las cadenas de la esclavitud y de la ignorancia. 

Cuba y los cubanos podrían estar divididos por causa de variados temas y personajes pero Martí los une como sólido pegamento de su identidad.

La discusión, si la hubiera, no es en favor o en contra de Martí y su legado sino alrededor de cómo y cuánto se le quiere y cómo se utiliza la herencia que le dejó al mundo en términos de su aporte a la literatura, la educación y la conciencia política.

Con el permiso de mis nobles hermanos de Cuba, quiero hablar por un momento como martiano para decir que una buena forma de conocer al apóstol es a través de sus frases: frases sencillas, contundentes y expresivas.

He aquí, entonces, una pequeña antología de frases de este compatriota de la humanidad:

-Hombres recogerá quien siembra escuelas. Solo podemos dejarles a nuestros hijos raíces y alas.

-La casa es como un manantial perenne de donde sacamos fuerzas diarias y nuevas siempre frescas y siempre poderosas para la batalla de la vida.

-Solo hay un niño hermoso en el mundo, y cada madre la tiene.

-Sólo hay una cosa comparable al placer de hallar un amigo: el dolor de perderlo.

-Los hombres son como los zafiros, unos dan luz de sí, y otros brillan con la que reciben.

-Cambiar de amos no es ser libre.

-La madre del decoro, la savia de la libertad. el mantenimiento de la República y el remedio de sus males es, sobre todo lo demás, la propagación de la cultura

-Un pueblo instruido ama el trabajo y sabe sacar provecho de él; un pueblo virtuoso vivirá más feliz y más rico que otro lleno de vicios y se defenderá mejor de todo ataque.

-No hay buena educación sin instrucción. Las cualidades morales suben de precio cuando están realzadas por las cualidades inteligentes.

-Una escuela es una tregua de espíritus; ¡Ay de los pueblos sin escuela! ¡Ay de los espíritus sin temple!

-He ahí pues, lo que han de llevar los maestros por los campos. No sólo explicaciones agrícolas e instrumentos mecánicos, si no la ternura, que hace tanta falta y tanto bien a los hombres.

-Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra.

-Saber leer es saber andar. Saber escribir es saber ascender.

-La palabra no es para encubrir la verdad, sino para decirla.

-Contemplar la magia de la naturaleza es sembrar en el alma la riqueza de la vida.

-La libertad es el derecho que tienen las personas de actuar libremente, pensar y hablar sin hipocresía. La libertad no puede ser fecunda para los pueblos que tienen la frente manchada de sangre.

-El derecho del obrero no puede ser nunca el odio al capital; es la armonía, la conciliación, el acercamiento común de uno y del otro.

-La gratitud, como ciertas flores, no se da en la altura y mejor reverdece en la tierra buena de los humildes.

- La única fuerza y la única verdad que hay en esta vida es el amor. El patriotismo no es más que amor, la amistad no es más que amor.

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